viernes, 13 de noviembre de 2009

¡Sólo hazlo!




De niño en bici vi mis primeras tetas a un volante, por la ventanilla, en su propio jugo y sin preámbulos.
El mejor anuncio de coches que recuerdo.

Tengo la sensación de que un día volveré a esa escena, que todo habrá sido un flash-forward de peli de Stephen King.
Menuda putada de situación...yo me saldría del cine si pasa eso.

Así que será mejor continuar conduciendo, cabeceando con el morro del auto cuando pasemos cerca de los institutos. Con mi compadre F. de copiloto al que ayer masticaron hasta bien entrada la sesión golfa.
Luego pasaremos a buscar al C. que hoy tiene entrevista de trabajo basura. Mierda de mundo mierda.

Y de seguro esperaré en las Tetas de Vallekas (porque he entendido que las tetas son agujeros de gusano y que estánb todas interrelacionadas) a que el día se vaya al cuerno. Porque tengo la curiosa habilidad de decidir nada más despertar qué días serán lamentables y cuáles se desparramarán por mi biografía circular.



lunes, 9 de noviembre de 2009

Y este pequeñín... se lo comió


Sólo se me levanta en misa e impongo menos respeto que Bill Cosby. Tengo a la guardia civil al completo en el vecindario y me joden la cobertura del móvil en cuanto salgo al portal. El espíritu de la vieja que murió en este cuarto se niega a tragárselo. El muro de Berlín se tiró porque los avances de la ciencia lo hicieron obsoleto.
Hay tíos más feministas que las mujeres que follan más que yo, aunque lo hacen con los ojos cerrados, cosa que no consigo entender. Venezuela y Colombia van a dejar en el paro a los doctorandos en Ciencias políticas, cosa que no siento demasiado. Del periodismo ya no espero ni una sola heroicidad y mi madre no disfruta ni de las vacaciones.

Pocos se dan cuenta de que hay robots entre nosotros, y que saben hacer más cosas que subir escaleras y dar la mano como el jodido Simo.
Creo que voy a recoger a Elisabeth Lambert cuando la retiren del fútbol y nos vamos a montar un Asesinos Natos latino.

¿Escueces o enriqueces?

Tengo un gatico al lado, absorto en el humo de mi cigarro, y de fondo suenan los Kinks. Es decir, que estoy esperando que amanezca el martes, con el cuerpo y la cabeza todavía en el lunes, de una forma muy prometedora.
Si hago memoria, me doy cuenta de que siempre he sido preso de las subordinadas explicativas.
Es una pena.

Como tantas otras cosas que me esfuerzo en poseer y acabo perdiéndolas, y sin sentir que haya fracasado. Porque si valgo para alguna puta cosa es para no abandonar ni un sólo día, ni uno; si muero ayer o mañana, habrá sido por no dormir en la vida. Y si no he hecho cien cosas es porque me costó hacer una. Y no habrá pizca de arrepentimiento, porque tal cosa no existe; lo que habrá será un millar de escritos inacabados, anónimos, apopléjicos; míos.
Es una suerte.

Ante los días no existe cobijo como no hay amor en los días laborables. El mundo es un fraude lleno de buenas intenciones. Y si puedo captar algo en cada mirada en la que me encharco, lo que se vislumbra es súplica. Como si los ruegos detuvieran a los meteoros decisivos.

Duerme todo lo que quieras, gato, si hubieses nacido morsa también estarías durmiendo; sólo los humanos perdemos el sueño.
Y no sé si es una suerte o una pena.


domingo, 8 de noviembre de 2009

Ser es Dios


Sí, de cerca siempre gano porque no pongo mejillas, ni la una ni la otra; pongo la boca y la napia, bien fácil si le echas ganas. Soy los ´90 y mis niños son las mismas piedras de entonces; si de verdad has cambiado te habrás quedado sin silla, desestimadas tus pechugas te acorralas en el centro de las miradas bovinas; como otra amante de Walt Disney enganchada a las peores drogas. Y ya no hay reformatorio que te busque; tiempos de primera linea. De jódete, de vivo aquí al lado y de todo esto ya lo has vivido.

Llevo un rato sentado, rellenando las mochilas de esperma. Y luego, entraré en la fábrica de almas para capitanear un navío. El que recalará en todos los quereres para satisfacerlos rápido, corto y con dolor. Los mejores tesoros flotan en las piscinas y casi se me olvida.

Jirones de nube espesa, muchachos que quieren fumar negro, pelotas pequeñas y pelotas grandes, buenas tapas en libros de mierda y pocos golpes por amor.
Las cachondas pueden robar la tienda entera mirando a la cámara. Aplauden los hombres correctos que lloran porque la brisa se les ha saltado. Y lo hacen con ritmo, y hasta bailan un vals con una vieja que fue joven. ¿Es eso una cabra?

Te hablaré menos de mí la próxima vez
After all, me quiero hacer hombre a tu costa.